Evans House

Escucho como la madre pronuncia las palabras magicas, aquellas que sabia que Helen no estaba dispuesta a decir.. Y entonces sonrío triunfante..



- Pero que educada tu madre - pongo cara tierna - y todo sin haber movido un solo dedo, sin haber hecho nada... o si, joder tu paciencia.. - y suelto una carcajada..

Doy un paso a un lado y Helen sigue paralizada.

- Debes reaccionar Querida - y doy un paso al frente, quedando justo frente a la puerta - hay que aceptar la realidad de las cosas...

Y sin que diga una palabra doy otro paso mas, y esta vez nada me detiene... pongo un pie encima de la madera y termino por meter mi cuerpo..

- Que bien se siente entrar en casa ajena... - sonrío para mi.

Damon entra en casa. ENTRA. En mi casa. Ahora podría entrar cuando quisiera, a la hora que quisiera, sin avisar, sin darme cuenta. Podría vigilarnos a todos, podría hacer daño a mi familia. ¿No habría algún hechizo para deshacer la invitación o algo?

Cuando despierto de mi espanto, Damon ya no está en la puerta. Entro al hall y no lo veo por ningún lado.

- Helen cariño - mi madre en las escaleras - ¿Y Mike? Cierra que hace frío.

- Eh.. se ha ido a casa - cierro la puerta tras de mí, tratando de buscar a Damon en las sombras.

- Ah bueno, ya sabes que a tu padre no le gusta que se quede hasta tan tarde, ya sabes... nada de hombres en casa a partir de media noche.

Y por un pequeño instante me parece escuchar una pequeña risa burlona, mi madre no se da cuenta. Vuelve a su habitación y yo comienzo a buscar como loca, miro en la cocina, en el salón, pero Damon no está. Siento cómo entro en pánico y mi corazón late desbocado. Subo las escaleras a prisa y voy hasta la habitación de Aisha. Abro la puerta despacio, y tras comprobar que no está allí, la arropo y la beso. Cierro la puerta y voy hasta mi habitación, donde encuentro a Damon con un cajón del armario abierto, sujetando un tanga mío. Lo alza entre las dos manos y lo pone hacia mí.

- A ver si me da para imaginarme cómo se te ve puesto... - dice ladeando la cabeza.

Corro hacia él y se lo quito de las manos.

- ¿Cómo se hace? - pregunto aún con pánico.

- Pues mira, la chica tiene que abrirse de piernas, entonces... - comienza a decir muy explicativo.

- Que cómo se deshace una invitación! - casi le grito, y me doy cuenta que tengo que bajar la voz.

Dejo el tanga en su sitio y cierro el cajón.. Camino por la habitación mientras siento la mirada de Helen que sigue cada uno de mis movimientos, esperando una respuesta..

Toco el marco de la ventana y limpio los restos de polvos que han quedado en mi dedo indice..

- A ver si limpias mas seguido Cariño...

- Damon ¡Para! - esta que se caga de la preocupación - dime como puedo hacerlo...

- No quiero decirte... - la miro de reojo y le saco la lengua en plan de juego..

- Si no me dices tu, le preguntare a Stefan... - y me molesta que me sobornen, que me hagan cualquier tipo de amenaza..

- El tampoco te lo dirá... - le aseguro y en ese momento me tumbo en su cama, cayendo totalmente explayado... me giro un poco y entonces me reincorporo, quedando sentado - y tu cama huele a sexo.. también deberías limpiarla..

Me mira con cara de pocos amigos, haciéndome saber que no esta para bromas..

- ¿Mamí ya sabe que su hija ha tenido relaciones con Mike-Mike? -- bromeo.. le doy una mirada a toda la habitación y puesto que ella no dice nada, ni es capaz de seguir el juego comienzo a aburrirme.. - Querida - me pongo de pie - ya no la puedes deshacer..

- No te creo - se cruza de brazos..

- ¿Entonces para que coño me preguntas? - alzo una ceja - es verdad Helen. Una vez que invites a entrar a un Vampiro, ya no hay vuelta atrás...

Un nudo se forma en mi garganta. Es imposible, no podría haberme pasado a mí. No podía ocurrir, que un vampiro campase a sus anchas por mi casa, con mi hermana pequeña, con mis padres desprotegidos e ignorando lo que podría ocurrirles. Vulnerables, indefensos. Mi mente trabajaba rápido. En el grimorio debía salir algo, pero no podía cogerlo ahora, o Damon sabría donde lo escondo. Verbena, debía preguntarle a Stefan, pedirle, conseguir para mi familia.

- ¿Te has quedado muda? - pregunta sentado en MI cama.

¿Y ahora qué diablos hacía? Tenía que ducharme, dormir, pero no podría hacer nada de eso imaginando que él podría entrar en cualquier momento.

- ¿Teneis que entrar por la puerta no? - pregunto con una pequeña esperanza.

- Para nada - niega con la cabeza - puedo entrar por una ventana si se me antoja. Así que si te preocupa que pueda ver tus intimidades, tranquila... seguro que las veré - suelta una carcajada, y yo no hago más que enfurecerme.

Voy hacia la puerta y la abro.

- Damon, vete de mi casa - digo con voz firme.

- Y no te preocupes es cerrarlas, puedo hacer que se rompan como si fuera un accidente....

- ¡He dicho que te vayas de mi casa! - y esta vez le tiembla la voz.. no puedo evitar reír.

- Esta tía, pero no llores ¿vale?.. que Mami se puede dar cuenta...

Doy un paso hacia la puerta y me quedo en el pasillo. Helen no se gira por lo que me acerco un poco y murmuro en su oído..

- Iré a darle a tu hermanito el beso de buenas noches...

Lo que dice me enfurece, no puede saber que tengo un hermano, una hermana más bien, no puede saber nada. Estoy aterrada, pero tengo que sacar fuerzas. Sin pensarlo dos veces, concentro todas mis fuerzas en su mente, y una vez más, por esta noche, Damon cae rendido en la moqueta. Salgo al pasillo y lo empujo hacia mi habitación de nuevo, se deja llevar por lo aturdido que está. Cierro la puerta de mi habitación y me agacho a su lado.

- No te atrevas, nunca, a tocar a nadie de mi familia - lo amenazo - Esto sí va en serio Damon, no lo intentes, o será lo último que hagas.

- Maldita bruja.. - murmura por lo bajo.

- El único maldito aquí eres tú... no importa lo que hagas conmigo, pero a ellos ni los mires. Por favor - y sin querer mi frase se convierte en una súplica.

- Bien bien - aplaudo aun tirado en el piso y enseguida vuelvo a posar una mano a un lado de mi cabeza, justo en la sien. - me gusta que supliques Helen.. al final sabia que lo harías..

Y poco a poco me reincorporo, a pesar de la presión que siento en la cabeza no dejo de disfrutar del gozo que me proporciona su angustia. Porque es justo lo que había estado esperando.. que me tema.

- Es bueno que comienzas a temer... te lo había estado diciendo desde que he llegado... pero no captas ninguna de mis indirectas..

- ¿Te lo tengo que volver a decir? No te temo..

- Si no captas de lo que digo, entonces pronto comenzará del show..

Abro la puerta y salgo de su habitación. Voy escaleras abajo, con un caminar pausado..

Piensa que me tiene en sus manos, pero es sólo por el momento, porque aún no sé qué puedo hacer para evitarlo, para proteger a mis seres queridos. Mañana tendré todo bajo control, o eso espero...

Camina escaleras abajo, no sé bien su intención, me limito a seguirlo, hasta la puerta de entrada. Entonces la abre, y sale fuera. Sale fuera, vuelve a entrar; entra y sale, entra y sale, como si fuera un juego.

- ¿A que es genial? - pregunta parándose y sonriendo.

- Ya sé como evitar que entres - le digo muy seria.

- ¿Ah sí? A ver cómo.

- Matándote - y una sonrisa maliciosa se me escapa.

- Vaya... eso me gusta más. Puedes intentarlo si quieres, aunque te advierto que no lo conseguirás.

- Eso ya lo veremos - y sin más cierro la puerta en sus narices, aunque no puedo evitar apartar la cortina de la ventana y comprobar si sigue ahí.

Damon me saluda con la mano y lo veo caminar hacia la acera, solamente cuando lo veo desaparecer en la vecindad subo las escaleras a mi habitación. Aún así, continúo mirando a todas partes. Miro por la ventana de mi habitación, y me aseguro que tampoco esté ahí. Después me meto al baño de mi cuarto, cierro la puerta con llave (toda seguridad es poca), y me doy una ducha rápida. Cuando termino enrollo una toalla en mi cuerpo, salgo del baño, vuelvo a mirar que no haya nadie y entonces camino hacia el armario. Cojo un pijama corto, mejor que camisón, por si acaso. Y de espaldas a la ventana (por si acaso), me pongo la ropa interior, y después el pijama.

Y nada mejor me pudo haber pasado esta noche que ser invitado a su casa. Porque aunque no me haya detenido a pensar en ello, es algo que he querido que ocurriera....

Camino por el vecindario para introducirme en la oscura cueva de lobo que es el bosque, en cuanto escucho los pasos de alguien tras de mi..

Me giro por completo y veo a un señor, no demasiado mayor, llevando la basura al cesto... lo miro de reojo y me pregunto que hace despierto a estas horas de la noche...

Entonces sin mucho que pensar, sin mucho que darle vuelta al asunto lo rodeo de tal manera que no puede moverse a ninguna otra parte, porque cualquier movimiento que de podría atraparlo. Sin jugar mucho con mi presa, le quiebro el cuello y dejo que su cabeza caiga al piso, acompañado de su cuerpo.... succiono un poco de sangre por puro instinto y al culminar vierto un chorro en una mano, dejo que caiga cada gota...

Vuelvo a casa de Helen.... rodeo la zona y no soy capaz de ver ninguna ventana abierta, hasta que una me ilumina el panorama. El cuarto de la pequeña Aisha..

En un solo salto ya estoy guindando del ventanal sin que ninguna gota de sangre se haya escurrido. Termino de levantar el vidrio y entro a través de la ventana..

Abro la puerta de su cuarto y salgo por el pasillo. Nadie es consciente de mi presencia.... voy hasta la habitación de Helen y cojo la manilla, para luego girar de ella en un movimiento silencioso.

Camino sigilosamente y observo como duerme..... se ve tan buena, tan dulce, que por una milésima de segundo olvido lo irritante que puede llegar a ser...

Llego hasta un lado de su cama y vierto un poco de sangre en el piso, comienzan a caer diminutas gotas... voy hacia el otro extremo, donde vierto un poco mas. Bajase por donde bajase, se toparía con sangre...

Localizo rápidamente un lápiz y muchas hojas encima de su escritorio y cojo uno de ambos. Redacto con mi caligrafía perfecta una simple nota..

Mis amenazas son ciertas... Por algo se empieza, aunque no sea de tu importancia. Dulces sueños Querida....

Dejo la nota justo donde están el resto de las otras hojas, aunque esta sobresale entre las demás.... y por ultimo escribo "DAMON" con el poco de sangre que ha sobrado..

Abro los ojos despacio, y busco a tientas el móvil en la mesita. Ya son casi las 11... debería levantarme. Al menos había dormido bien, eso significaba que... no, mejor ni pensar en que alguien podría haberme espiado. Aparto las sábanas y me siento en la cama, frotando los ojos. Pongo mis pies descalzos en el suelo, y noto como algo pegajoso se adhiere a ellos. Mierda... si había limpiado el cuarto hacía dos días. Enciendo la luz para ver qué es lo que se me pega a los pies, levanto un pie para mirarlo mejor, y no puedo creer lo que veo. Llevo una mano a la boca para no soltar ningún grito, y mi reflejo en el espejo de mi cuarto me devuelve una Helen aterrada y con los pies ensangrentados.

Me levanto con asco y terror, y veo algunos papeles removidos en el escritorio, sobresaliendo uno entre los demás. Voy hacia él lo más deprisa que puedo y leo la nota.

Mis amenazas son ciertas... Por algo se empieza, aunque no sea de tu importancia. Dulces sueños Querida....

La nota se me cae al suelo, corro al lavabo y lavo mis pies lo más rápido que puedo, entonces abro la puerta de mi cuarto, tengo que ver que están bien, ¡Damon había estado aquí por la noche! Tan pronto salgo tropiezo con Aisha, que trataba de saltar a la comba en su cuarto.

- Helen que pasa - mi hermana me mira asustada al ver mi rostro, yo me limito a agacharme y abrazarla muy fuerte - Aaaaay, me aprietas!

- Lo siento cariño - trato de no llorar - Es que me alegro mucho de verte. ¿Dónde están papá y mamá?

- Mamá está regando las plantas, y papá salió a nose donde.

Todos estaban bien. Parte de la presión de mi pecho se alivia, pero no del todo. Dejo a Aisha jugando y me encierro en mi cuarto, con una toalla oscura friego el suelo, y lo que Damon ha manchado. Esto no puede seguir así, necesito proteger a mi familia, Damon era capaz de todo. Cuando termino de dejar todo limpio, vuelvo a darme una ducha para eliminar todo rastro de sangre. Me pongo una ropa para estar por casa, cuando escucho a mi madre llamarme.

- ¿Pasa algo? - pregunto bajando las escaleras.

- Si cielo... el señor Benson, nuestro vecino, ha fallecido - me dice mi madre con cara de pena, conocía bastante a ese señor, de hecho de pequeña me colaba en su casa para jugar.

- Pero... qué le ha pasado - se me forma un nudo en la garganta, imaginándome lo que ha sido.

- Bueno... - veo cómo mi madre disimula un poco - Lo han atracado, o algo así, esta madrugada. Cielo, sólo de pensar que tú y Mike estabais a esa hora fuera... no quiero que esteis a esas horas en la calle. Mystic Falls ya no es seguro - dice con rostro muy serio.

Ella lo sabía. Sabía que quien había atacado al señor Benson no era humano. Ella debía saberlo, porque ella conocía el secreto. Lo que no sabía, es que fue Damon quien mató a nuestro vecino, que él es el vampiro. Doy media vuelta y subo a mi cuarto, decidida. No tengo muchas opciones. Más tarde llamaré a Bonnie, pediré consejo a su abuela. Dedicaré el día a practicar con el grimorio, y en cuanto pueda, iré a casa de Stefan a buscar verbena.

Llevo unas cuantas horas preparando un hechizo, me he centrado únicamente en ese, es el que más necesito, ahora mismo. Mientras reúno todo lo necesario, busco mi móvil por si acaso, y veo que tengo un mensaje de Bonnie. Cielos... ella no sabía nada de nada. Escribo una respuesta rápida.

Han pasado demasiadas cosas. Se lo conté a Mike, Damon vino. También Stefan y Elena, ella ahora también sabe el secreto, va a necesitarnos. Pero no es todo, mi madre invitó a Damon a pasar. Tengo miedo... venid dentro de una hora, por favor.

Ni siquiera pongo besos o algo así, estoy demasiado centrada. Seguro Bonnie se quedará a cuadros cuando lo lea, pero es así, hay de qué asustarse. Salgo de mi cuarto y busco a Aisha, mis padres han salido un rato, así que no puede haber mejor momento.

- ¡Hola cariño! - digo tratando de aparentar normalidad - ¿Quieres que juguemos a algo juntas?

- Siiiiii! ¿Podemos jugar a las mamás? - dice trayendo consigo su muñeca.

- Mmm bueno después, pero ahora a mí me gustaría probar un juego nuevo, uno muy divertido. Se llama... Sabrina la bruja.

- Ahhh, ¿como la serie esa que tenía un gato que hablaba? - pregunta inocente.

- Claro cielo, anda, ven conmigo - volvemos hacia mi cuarto, Aisha va haciendo dibujos con los dedos, como si fuera una varita - ¡Qué chuli! - dice nada más ver cómo está mi habitación.

Varias velas blancas forman un círculo amplio en el suelo, círculo marcado además por sal marina. Le indico a Aisha que se siente en el centro, enfrente de mí, ambas con las piernas dobladas.

- Ahora te tomaré de las manos, y tienes que apretarlas muy fuerte vale? Vamos a hacer un conjuro!

- Siiiiii!!! ¿Puedo ser yo la bruja? - pregunta ignorando que todo es cierto, que yo lo haré de verdad.

- Hoy me toca a mí! El próximo serás tú. Pero venga, tienes que cerrar los ojos, sino el hechizo no funciona.

- ¿Y para qué sirve? - pregunta dejando la muñeca en el suelo y tomando mis manos.

- Para conseguir que aparezcan muchas muchas chuches bajo tu cama - sus ojos se iluminan y suelta un grito de emoción y una risita, después de eso hace caso en todo, vuelve a tomar mis manos y cierra los ojos con fuerza.

Me aseguro que no vea nada, y también cierro los ojos. Comienzo a pronunciar mentalmente las palabras, pongo más energía que nunca, esto sí debe salirme bien. El grimorio está también dentro del círculo, abierto por la página que necesito, la página de protección de tus seres queridos.

Ex spiritum Intaculum, en Terrum Incendium, Fez Matos Sal Vis Adisdum repito una y otra vez, y de pronto siento cómo las velas se encienden, todas de golpe. No me detengo, y continúo concentrando mi energía, apretando las pequeñas manos de mi hermana, y tratando de traspasar mi fuerza a través de ellas.

Ex spiritum Intaculum, en Terrum Incendium, Fez Matos Sal Vis Adisdum, parte de mi cabeza se siente aturdida, pero no pienso parar. Aisha por suerte está quieta, absorta en el juego. Durante un par de minutos más, seguimos en la misma posición, sigo concentrada, hasta que de un momento a otro, una corriente repentina se vuelve a nuestro alrededor y apaga las velas de golpe.

Entonces abro los ojos, y no sé cómo explicarlo, pero lo siento, lo noto, sé que ha funcionado.

- Ya está... puedes abrir los ojos - digo acariciando sus manitas.

- ¿Yaaa? Casi me quedo dormidaaaa - dice con un bostezo - ¿Cuándo vendrán las chuches?

- Si funciona, mañana en cuanto te levantes deberás buscar bajo tu cama... - le guiño un ojo y ella suelta una risita que cubre con sus manos. Después se levanta y sale corriendo a su habitación.

Suelto un suspiro, mezcla de alivión, y tensión, todo está siendo demasiado precipitado, pero al menos ahora ella estará segura. Si Damon intentaba hacerle algo, manipularla, o cualquier daño físico, se volvería en su contra, produciéndole exactamente lo mismo. Era el único modo de protegerla 24 horas. Al menos mi pequeña estaría bien.

Termino de recoger todo, aún así continúo leyendo el grimorio, practicando otros hechizos. Bonnie debe estar al llegar, así que decido enviarle un mensaje a Elena.

¿Cómo estás? Supongo tendrás muchas preguntas... ven a mi casa más tarde, te quiero

Justo entonces suena el timbre, suerte que mis padres aún no han vuelto, y mi hermana no entiende, porque mi madre no aceptaría nada de lo que hoy vamos a hablar, quizás, incluso supiese que Sheila era bruja.

- Bonnie... - abro la puerta y nada más hacerlo la abrazo.

- Cuéntame todo... ¿cómo ha ocurrido?

- Tenemos mucho que hablar.. - dice su abuela, que entra detrás.

Yo asiento y las hago pasar, para empezar a contarles todo lo que había ocurrido ayer, con todo detalle.

- Esto es grave... ahora puede entrar cuando quiera - dice Sheila.

- Lo sé... Al menos he protegido a mi hermana.

- ¿Has conseguido realizar el conjuro de protección? - pregunta asombrada.

- Sí... o eso creo. Supongo si realmente lo necesitas sacas fuerza de donde sea.

- Está bien... tenemos mucho por hacer - su abuela se levantó y movió algunas cosas, no sé para qué - Terminaré por contaros todo, absolutamente todo lo que debais saber acerca de brujas y vampiros. Y tengo que enseñaros a conectaros.

- ¿Conectarnos? - pregunta Bonnie.

- Si... canalizar vuestra energía. Dos brujas son más poderosas que una sola, puede que necesiteis mucho poder para acabar... con un vampiro.

- Y nosotras dos podíamos.. ¿acabar con un vampiro?

- De momento, no - creo que quedó bastante claro - aún sois, por asi decir, novatas. Podeis hacer pequeños hechizos y eso todo, pero con la practica os hareis más y más poderosas.

La idea de poder algún día defenderme, bueno, más bien, matar a un vampiro, me daban aún más ganas de aprender. Sería poderosa, no le temería a nada ni a nadie.

Hablamos varias horas. Mi abuela nos enseño, bueno, sobre todo a mi, como encender una vela, era muy dificil y aún no lo había conseguido.. Pero me dió algún que otro truco, estar muy concentrada y demás cosas. También nos enseño a conectarnos, o como se llame. Aunque pensándolo bien, ya lo habiamos hecho una vez.. Cuando estuvimos en la casa de los Salvatore, Helen y yo dañamos a Damon,, juntas.

- ¿Algo más? - pregunta Helen.

Su abuela nos termina de explicar todo lo que faltó el primer día. Ahora sabíamos todo acerca de vampiros, cómo matarlos, sus grandes debilidades, las armas. Lo que necesitábamos para debilitarlos y acabar algún día con ellos.

- Por el momento no necesitais nada más - concluye Sheila.

- Por cierto... tú no tendrás verbena, ¿no? - pregunto cómo quien no quiere la cosa.

- Yo no, las brujas no lo necesitamos, aunque entiendo que quieras para tu familia. Siempre puedes hacer pulseras o colgantes, y regalárselos.

- Sí... ¿pero dónde se consigue?

- Solamente sé un lugar, escasea bastante ahora... - espero a que me diga donde - La Mansión de los Salvatore.

- Pero... Damon.. - interrumpe Bonnie.

- He dicho dónde, no cómo conseguirla... - responde su abuela.

Stefan tendría que ayudarme. Si quería demostrarme que era bueno, él me daría la verbena.

- Helen... - Bonnie me mira adivinando mis pensamientos - Déjame ir contigo.

- No - niego con la cabeza - es algo que tengo que hacer sola.

- Pero puede ser peligroso, ¿y si está Damon?

- Él no me preocupa - aunque en el fondo sí, un poco, pero no lo admitiré - Buscaré a Stefan, y sino está, volveré.

- Nosotras deberíamos esperar en casa, Bonnie - su abuela se levanta - Helen... sé que no te haré cambiar de opinión, pero por favor, ten mucho cuidado.

Después me da una tarjetita con su número de teléfono, por si lo necesito y Bonnie no está disponible. Me despido de ambas con un abrazo, como si me fuese a ir lejos. Pero no tenían de qué preocuparse. Estaba decidida.

Subí a por mi bolso y el grimorio, me cambié de ropa y me miré al espejo. Firme, decidida, no podía dudar. Stefan debería darme la verbena. Y si sólo estaba Damon, no me achantaría. Cada vez estaba más segura, si tenía que matarlo, lo haría, muy pronto.

Conduzco en silencio en dirección a mi casa. No se escucha nada, salvo algún sollozo mío. Aparto las lágrimas con el brazo y trato de no pensar. Pero no lo consigo, es imposible. No sabía qué diablos había ocurrido en aquella Mansión. Damon tuvo que... manipularme, hacerme algo con sus poderes. Sí, eso había hecho.

Dejo el coche en la entrada a mi casa, nada más entrar mis padres y Aisha me reciben y hablan, pero hoy no tengo ganas de decir nada, ni siquiera a mi pequeña. Subo a mi cuarto y me encierro. Miro hacia el lugar secreto donde escondo mi diario, y pienso en soltarlo todo ahí, poder librarme de esto que siento. Pero no puedo, ni siquiera eso, no me atrevía a plasmar en un papel lo que había sentido, que fueron mis labios los que lo buscaron, que mi corazón latía extrañamente desenfrenado cuando todo ocurrió.

Voy hacia el corcho que hay encima del escritorio, y saco una de las tantas fotos que tengo colgadas. Una tarde de verano cualquiera, con mis amigos, a su lado, sonrientes. Felices.



No, nadie podía saberlo. Y nadie lo sabría simplemente, porque no se iba a repetir. Ese beso con Damon nunca había sucedido, no para mí, y tenía que convencerme de ello. Yo quería a Mike, y nunca le haría nada así. Me gustaría decírselo pero... no sabía si me entendería, y no quería perderlo, no ahora que más lo necesitaba. Acerco la foto a mis labios y la beso sobre el rostro de Mike.

- Perdóname - susurro mirándolo.

Entonces mi móvil suena, me doy cuenta que tengo dos mensajes. Uno de ahora, de Bonnie, y otro anterior de Mike.

Helen, ¿va todo bien? Acabo de llamar a Elena y viene hacia mi casa.. Estará aqui en un nada.. ¿Quieres venir? Asi le contamos juntas.. Y está mi abuela también.. Te quiero (K)

Bonnie

No se lo que paso anoche, espero que nada malo haya sucedido, pero por tu mensaje me dejas con muchas dudas, te veo esta noche, espero que todo salga bien hoy, y que Elena les entienda lo que tienen que decirle, suerte, Te Amo

Mike

Sus palabras aún me hacen sentir peor, pero debo ser fuerte, por él, porque lo amo y quiero que estemos juntos, porque haré todo lo posible para que Damon no se acerque a mí, y así poder ser feliz.

Ya te contaré... voy con las chicas. Te quiero Mike, pase lo que pase, y siento si alguna vez no soy todo lo buena que debería... sólo quiero que sepas eso, no dejo de pensar en ti.

Escribo otro mensaje rápido para Bonnie, y le digo que voy para allá. Lavo mi cara y retiro las lágrimas, nadie podría saber lo que ocurrió. Cojo el bolso y pongo rumbo hacia las escaleras, para salir de nuevo.

Había planeado arreglar este asunto de ultimo, porque lo cierto es que no era para nada importante. Un simple beso, semejante ridiculez, la idea solo me gusta para molestar a Helen. Me la pasare de lo mejor haciéndolo..

Pero justo ahora necesito de su ayuda, aunque ni yo mismo pueda creerlo. Mas sin embargo no le llamo "ayuda" solamente un "favor".. un favor que debe hacerme por las buenas, mas si no.. entonces seria por las malas.

A velocidad vampirica ya estoy frente a su casa. Subo las escalerillas del porche y me detengo frente a la puerta... agudizo el oído y no siento a nadie dentro.. entonces la casa esta sola. No me sirve de mucho, pero si de algo...

Como siempre la gente de estos pueblos creen que todo es paz y tranquilidad y no acostumbrar a pasar llave a las puertas.. giro la manilla y y empujo un poco, la puerta se abre y entonces paso tal cual perro por su casa...

Alzo los brazos y sonrío triunfante. Me encanta esto de poder hacer lo que se me venga en gana....

Camino por la estancia unos minutos para poder entrar en ambiente, o mas bien es porque no tengo otra cosa mejor que hacer..

- Oh si Damon - me digo en voz alta - por supuesto que tienes mejores cosas que hacer... Pues bien - suspiro, deteniéndome justo frente al teléfono fijo - manos a la obra...

Me siento en el mueble que esta a un lado y me dedico a mirar la agenda telefónica. Hay muchos números pero ninguno es de mi importancia ahora.. así que voy hasta mi objetivo, busco la letra "H" en la agenda y localizo el móvil de Helen..

Podría mandarle un simple mensaje de texto desde mi celular, pero seria como he dicho, demasiado simple..... es mucho mas divertido poder escuchar su voz temblorosa a causa de la sorpresa...

Así que descuelgo el teléfono fijo y marco los números.... un par de repiques y contesta..

- ¿Si? - no digo nada - ¿Mama, Papa?.... ¿Aisha.. Cariño eres tu?..

- Si cariño soy yo - siento como se pone tensa - mira quien ha venido a visitarte... - murmuro con una voz macabra con un toque de diversión.

CONVERSACIÓN TELEFÓNICA BENNET HOUSE - EVANS HOUSE


- ¿Si? - pregunto pero ninguno responde - ¿Mama, Papa?.... ¿Aisha.. Cariño eres tu?.. - igual ella había llamado sin querer.

- Si cariño soy yo - no podía ser, no él - mira quien ha venido a visitarte...

- Tu... - me levanto del sofá donde estoy sentada, creo que Bonnie y Sheila se dan cuenta de lo que pasa - Qué haces en mi casa.

- De visita... tu madre me está haciendo unos pasteles - dice bromeando.

¿Estarían en casa? ¿O sólo trataría de preocuparme?

- Déjalos en paz, Damon - respondo con voz firme.

- Tengo una idea mejor... ¿por qué no vienes y cenamos a todos juntos?

- ¿Estás de broma? - no podía creerlo, lo que había pasado en su casa, esa especie de confusión, todo se había esfumado.

- Bueno, si prefieres puedo ir empezando yo con mi cena... - dice con voz macabra, después escucho cómo llama a mi madre, y cuelga el teléfono.

Yo miro mi móvil aterrorizada y cojo rápidamente mi bolso.

- ¿Qué ocurre Helen? - Bonnie se acerca a mí, Elena sigue medio aturdida.

- Tengo que irme a casa.

- Es Damon, cierto - dice su abuela - Podemos acompañarte.

- No - respondo rápidamente, no podía permitirlo, no ahora, no sabía qué intenciones tenía Damon - Lo haré sola. Os llamaré si necesito ayuda, gracias... Elena - me dirijo ahora a ella - Bonnie terminará de contarte, después os buscaré cuando arregle... esto.

Me despido sin más y corro hacia mi coche, tenía que llegar YA acasa.

CONTINÚA EN EVANS HOUSE

Spoiler:

Voy a paso lento pero divertido hasta la cocina con una sonrisa dibujada en mi rostro. Abro la puerta de la nevera y hurgo a ver que encuentro bueno, aunque obviamente nada me satisfaga mas que sangre calentita...

Termino de sacar una bolsa de Sándwichs y un tazón que lleva dentro jamón y queso. Los coloco encima del mesón y saco el pote de mantequilla de la despensa. Con un cubierto cojo de la mantequilla y la vierto en dos rebanadas de pan, luego le planto una lonja de jamón y una de queso a cada uno, por ultimo coloco la otra rebanada y listo. Dos ricos panecillos.

Le doy un mordisco al mio mientras espero su llegada... otro, otro y otro mas.... al final me lo como todo. Decido preparar otro y en cuanto le doy el primer mordisco al segundo pan la puerta se abre de golpe..

- ¡Cariño! - le llamo - estoy en la cocina... he preparado un rico Sándwich para ti.

Entro corriendo a casa, y lo primero que escucho es una frase estúpida de Damon.

- ¿Mamá? ¿Papá? - subo corriendo las escaleras, miro en los dos cuartos y suspiro aliviada al comprobar que no hay nadie en casa.

Sólo entonces bajo hasta la cocina,y efectivamente queda un trozo de sandwich sobre la mesa.

- No estaban en casa - digo mirándolo, todavía se me hace... extraño, no lo entiendo, no es la misma persona que vi en la Mansión..

- Les he pedido un poco de intimidad, por si vuelves a besarme - dice sonriendo.

- Damon basta, vete, no tienes nada que hacer aquí.

Lo suelto apenas una pequeña bromita y ya se pone de mal humor...

- Por supuesto que tengo que hacer aquí... - abro la nevera y guardo el paquete de Sándwich junto con el jamón y queso. Empujo la puerta con una mano y guardo la mantequilla en el cajón.. miro de reojo a Helen y sonrío, me hace gracia la postura que lleva, brazos cruzados y me mira de mala gana.

- ¿Ya comiste? Puedes ahora irte...

- Ten - le tiendo la mano para darle el emparedado - comete algo..

- No tengo hambre - responde con voz firme - ¿que quieres?...

- Bueno... - le pego otro mordisco al Sándwich - necesito un favor..

- ¿Un favor? - suelta una carcajada.. - no hay favores para ti Damon..

- ¿De verdad no los hay? - pongo cara de confundido..

- No...

- Pero si hoy me hiciste dos... me apartaste del sol y me plantaste un beso... - arqueo una ceja en plan sexy - que por cierto estuvo delicioso..

Ella se queda callada, se para firme y no dice nada, no hace nada...

- Bueno, veras Helen.. - ahora hablo mas serio - necesito que le hagas olvidar unos cuantos recuerditos a alguien..

- ¿Pero que dices?... - bufa - ¿te volviste loco?.. si tu mismo puedes hacerlo..

- El caso es que... no puedo hacerlo. - camino y me poso justo a su frente - el caso es que necesito que le borres la memoria a alguien que lleva verbena en su organismo...- entorno mis ojos en los suyos - y lo necesito ahora - exijo..

¿Realmente puede tener la cara tan dura? ¿De venir aquí como si nada, a pedirme, a exijirme que borre la memoria a alguien, que manipule a quien sea, por él? ¿Acaso estaba loco?

- Damon.. - digo tratando de actuar calmada, de no alterarme - Como tú bien has dicho, ya te he hecho bastantes favores por hoy, y por toda mi existencia. No pienso ayudarte a hacer algo tan bajo, no pienso ayudarte en nada.

- Entonces... ¿ ya no me quieres? ¿No me besarás ni me amarás más? - dice poniendo una mano en su corazón con fingido dolor, y poniendo los labios como de un beso.

- Eso nunca ha ocurrido - me reafirmo - Así que puedes irte.

- Helen, Helen... no aprendemos - da unos pasos alrededor de la cocina y vuelve hacia mí - Más que un favor, es una exigencia...

- No pienso ayudarte Damon, no lo haré, así que lárgate de una vez - le espeto con furia.

Y si... me pone de mala ostia.. ¿porque no puede aceptar de buena manera? ¿Tenia que hacerme llegar a los extremos?..

- Bueno bueno... - suspiro tal cual derrotado, pero luego sonrío como quien trama algo - ya que no lo harás por las buenas...

- ¿Que harás? ¿Amenazarme?.. No te tengo miedo.

- Te he dicho que deberías tenerlo..

Camino en dirección a la puerta de salida. La abro y pongo un pie fuera, asomo la cabeza por el rabillo de la puerta y ella esta parada a un lado, cruzada de brazos..

- Cuídate... - le lanzo un beso.

- Siempre lo hago...

- Esta ves de veras me las pagaras Helen, ya te dije.. si no ha sido por las buenas, sera por las malas...

Salgo y tranco la puerta a mis espaldas, tirando de ella con fuerza. Camino por el vecindario sin rumbo alguno. Me quedo esperar un poquito mas..

No tengo miedo a lo que dice, aún sigo demasiado.... aturdida. No entendía que alien me había abducido horas antes, para hacer lo que hice en su casa... esa no podía ser yo, ni tampoco era Damon... Por eso, nunca había estado allí, nunca había sucedido...

Subo hasta mi cuarto y me tumbo en la cama. No tengo ganas de volver a casa de Bonnie, tengo demasiadas cosas en la cabeza, que ni siquiera a ellas podría explicarles... aunque sí debía hacerlo con alguien más. Escribo un mensaje para Mike.

Estoy en casa, tengo algunos problemas... en cuanto puedas, ven. Te quiero

Dejo el móvil sobre la mesita y me quedo tumbada boca arriba.

Me escondo en los arbustos detrás de la casa, ya casi dando hacia el bosque. Por supuesto Helen, al igual que cualquier otro humano es incapaz de sentir mi presencia.....

Agudizo el oído y solo escucho el sonido de su corazón y respiración... por lo que deduzco que se mantiene tranquila. Transcurren unos minutos en lo que escucho unos pasaos cercanos, aunque por supuesto no están cerca de mi..

Salgo de detrás de los arbustos y camino sigilosamente de nuevo en dirección a la casa de los Evans.. me pego contra la pared y miro de reojo en la entrada.. justo al momento en que se abre la puerta...

El padre ha entrado acompañado de la pequeña Aisha y la Mamá le sigue los pasos...

"Pues bien" - pienso - "al menos ya están en casa"..

Me quedo ahí de pie, pegado de la pared, a la espera...