Mi personaje.

Mi personaje:


Nombre: Kimberly Evangeline Terry Wickett
Fecha de Nacimiento: 19-06-1715
Fecha de conversión: 23-09-1732


Caracterícticas Físicas: K.E, apodada KiEv o Kim, no es muy alta, de tez muy pálida, con unos bonitos ojos rasgados marrones hipnotizadores. Labios finos y tiernos, bonitos labios. La nariz un pelín grande, y orejas un pelín de soplillo. Una larga, lisa y suave melena, con mechas fuxias. Delgada, caderas y piernas muy bonitas.


Personalidad: Al igual que Rebekah, Kimberly siempre ha necesitado sentirse querida, buscar compañía. Cuando realmente la conoces, no puedes separarte de ella.
A veces actúa como una cría, pero puede comportarse como una persona realmente madura. Es muy muy cariñosa y espontánea, todo el tiempo ofrece besos y abrazos, de hecho, los necesita. Es muy risueña. Tiende a reir mucho y por todo, y le encanta hacer reir a los demás. Un poco miedica, pero sabe luchar por los suyos. Le gusta que la sorprendan y que le demuestren todo el tiempo que la quieren.
A veces, tiende a ser "adolescente rebelde" por rachas hace locuras, como liarse con algunos chicos, le dan bajones de ponerse a llorar... etc. Le gusta el riesgo. Bastante. La adrenalina.
Guerrera, pesada, insistente, con la práctica buena luchadora.


Le encantan las artes; Actuar, cantar y bailar es su pasión, y se defiende bastante bien, al igual que en la cocina.
Cree en el amor y la amistad verdaderos.

Le gustan mucho las joyas, la purpurina, los brillos, las luces, vestidos y tacones bonitos, que la halaguen y ser el centro de atención.
Mascota preferida: Gato.

Sabe ser provocadora y conseguir lo que se propone.

Un poco de historia: Kimberly Evangeline, siempre ha estado un poco apartada de la sociedad, mientras ella soñaba con cuentos de hadas, los demás le hacían volver a la cruda realidad. Ha llorado bastante, y ha sido rechada, por eso cuando fué transformada y abandonada; no vio una maldición, sino una nueva vida. Lo más importante para ella era su familia, sobre todo su madre y sus hermanos, su pequeña hermanita Keylaia era su razón de seguir día a día.
Al convertirse; decidió entrenarse día a noche, antes de volver junto a su familia. No tardó mucho tiempo en reprimir la sed, pero, al volver, ya no había nadie; Habían desaparecido. Vagó muchos años buscándolos, y, tras muchos años, vagó sola, desesperadamente triste, agónica de dolor y tristeza.



Un buen día, conoció a un gran vampiro; Klaus.
Tenía un aspecto sombrío, y causaba temor a cuantos le conocían, pero, al conocerse, algo le llamó la atención.
Ambos, se ignoraron el uno al otro durante varios años, pero, poco a poco, Klaus, fué abriéndose paso, para llegar a su corazón. Insistió mucho, y luchó realmente por conquistarla.
Al final Kimberly se rindió y decidió darle una oportunidad. Descubrió, que él también quería a su familia, y que, donde aparentaba una imagen de chico duro y malo, en el fondo, era un chico triste, pero con corazón. Ambos tuvieron los mejores años de su vida juntos. No podían separase. Pero, un día Klaus tuvo que huir, y le borró la memoria. Kimberly siguió vagando, hasta que, un día, fué a parar a Mystic Falls, y, a lo lejos vió a Klaus. Éso la hizo quedarse en el pueblo, y, en sus sueños, empezó a recordar....



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