Casa de Caroline

- Buenos días Carol - escucho a mi madre e instantes después, levanta las persianas de un golpe.

- ¡Mamá! Cierra eso - le digo escondiendo la cabeza bajo las sábanas.

- Es casi mediodía, y quería comer contigo antes de volver al trabajo.

- ¿Acaso tienes miedo de comer sola? - pregunto con voz ronca.

- Así charlamos un rato - sé que está sonriendo, debe encantarle despertarme y bajarme la moral.

Pero no me queda más remedio que hacerle caso, porque tenía bastante hambre. Tardo unos minutos en desperezarme, después me pongo la bata y voy a la cocina.

- Y para qué se precisa mi compañía - digo sentándome en el taburete, y hablando de manera cómica.

- ¿Acaso no podemos comer juntas como una familia normal? - dice poniéndome delante un plato de espaguettis, y otro para ella.

- Claro... - si es que tú lo consideras esto una familia "normal", o una familia al fin y al cabo...

- Toma, he hecho un poco de zumo para ti, sé que te gusta - trae una jarra y me llena el vaso, tenía un color un poco raro. Doy un sorbo, sabe amargo.

- Argh, ¿de qué es? - pregunto poniendo mala cara, y empezando a comer.

- Zumo de frutas tropicales... muy rico en vitaminas, tómatelo todo.

Ruedo los ojos, no entiendo a qué vienen tantas atenciones en tan poco tiempo, pero decido dejarlo estar, a veces mi madre tiene días raros. Mientras como hojeo el diario local.

[...]Encontrada muerta Shilly Stones, estudiante del Mystic Falls High School, a la edad de 17 años. Un animal la hirió mortalmente cuando se encontraba [...]

Vaya... esta chica me sonaba del instituto. Iba a comentarlo con mi madre, pero seguramente me daría una charla sobre la seguridad, la locura juvenil e ir sola de noche, así que mejor me callé. Cuando terminé de comer, dejé el plato y los cubiertos en el lavavajillas, y al girarme, mamá apareció con un pequeño paquete morado.

- ¿Y eso? - pregunto señalando el paquete, envuelto con un lazo; es cierto que me gustaban los regalos, aunque no tenía motivo.

- Lo he visto en una tienda y me pareció ideal para ti - me entrega el paquete. Lo abro, y es una pulsera, muy bonita por cierto.

- Gracias... aunque no entiendo a qué viene el regalo - respondo tomando la pulsera.

- Quiero que recuerdes que eres lo más importante que tengo, y me gustaría que llevases siempre esta pulsera - la saca del paquete y me la pone en la mano - Siempre.... - añade mirándome a los ojos.

Le doy un pequeño abrazo, a veces soy un poco cruel con ella, no puedo evitar culparla porque mi padre se fuera, pero sé que lo hace lo mejor que puede.

- Gracias mamá.

Poco después ella se fue a trabajar, y yo subí a darme una ducha. Dejé la pulsera sobre la mesita.

Spoiler:

Dedico la tarde a mí misma, qué mejor que eso. Me doy un baño relajante con sales y espuma, después me aplico mascarilla, cremas, me hago la manicura, y todo lo que puede hacer una mujer para estar increíblemente perfecta. O bueno, para estar como yo digamos.

Cuado termino de alisarme el cabello y maquillarme, voy hacia mi cama y tomo el móvil. Ni una llamada perdida... ¿dónde estaban las que se suponían mis amigas? Además que ayer se habían ido sin más...

Escribí un mensaje conjunto para ellas, y se lo mandé a Elena, a Bonnie y a Helen.

¿Y qué haceis que no me llamais? Todo el día desaparecidas... incluída la que buscaban ayer hasta en los telediarios (Helen). Nos vemos en media hora en el grill!

Mandé el mensaje, guardé mis cosas en el bolso y partí hacia el Café. No importaba sino venían.... tomaría algo un rato, y después me pasaría por la casa de alguna.

CONTINÚA EN AFUERA DEL BAR Y CALLEJÓN

Entro corriendo en casa y pongo la llave, la cadena y todo lo que tengo para cerrar la puerta. Sin darme cuenta empiezo a notar que estoy llorando, pero no de tristeza, sino de pánico, de miedo. Aún no lograba comprender lo que había pasado, más bien, no lo quería comprender...

Pero mi cuello seguía sangrando. Voy hasta la cocina y con un trapo tapo mi herida. Tengo que curarla, limpiarla.... pero si voy a un hospital, harán demasiadas preguntas.

Voy a buscar rápidamente mi móvil, y llamo a Bonnie, después a Helen, y después a Elena, pero ninguna me coje... Maldita sea, ¿acaso estaba tan sola? No me quedaban muchas opciones... barajo los números de Mike, Tyler y Matt... finalmente decido llamar a este último.

- Matt... por favor puedes venir a mi casa, por favor... - digo escuetamente.

Cuelgo y voy hacia el baño, sacando las cosas necesarias para limpiar la herida. Pero no podía hacerlo sola. Llevo las cosas hasta la sala de estar y las dejo sobre la mesa, mientras sigo apretando con el trapo para que no salga más sangre. En un momento creo marearme, pero pronto se me pasa.

Ufff.... además había llamado a Matt. Éramos amigos, pero tampoco hablábamos demasiado, vivía metido en su mundo, en el de su hermana y su ex-novia, nunca tenía tiempo para nada más.

Escucho un coche aparcar enfrente de casa. Bien, al menos había venido, tenía que agradecérselo. Abro la puerta y Matt entra corriendo.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué me has llamado? - dice al entrar, después mira mi trapo ensangrentado - ¿Qué te ha pasado?

- Esto... - ni siquiera había pensado qué iba a decir; no podía decirle lo que pasó, lo que Damon... no, ni siquiera yo estaba segura de qué había sido, no tenía sentido - Alguien me hizo daño, las chicas no me responden y no quería avisar a mi madre, ¿puedes ayudarme con la herida por favor?

Veo su herida y me alarmo.. ella se hecha en el sofá y hago a un lado el trapo abarrotado de sangre... olor a sangre que invade el ambiente y me marea un poco..

- ¿Te sientes bien? - pregunta ella. Irónicamente quien debe sentirse mal es ella, no yo..

- Estoy bien, es solo que me maree un poco, supongo que por la sangre..

Cojo el botiquín de primeros auxilios y localizo una gasa. Tiro del paquete una mopita y agarro el pote de agua oxigenada. Vierto un poco sobre la gasa y lo paso por su herida, con suma delicadeza... la que por cierto no pinta nada bien.

- Creo que deberia llevarte al hospital.. - aviso.

- No, no - se ascelera - un hospital es demasiado drama..

- La herida es profunda, no lo se... ¿quien te hizo esto Caroline? - pregunto con el ceño fruncido.

- No lo sé... - miento, y espero hacerlo bastante bien - Un hombre me atacó en el callejón cerca del Grill, yo sólo me escapé corriendo y me vine a casa.

- ¿Por qué no llamaste a tu madre? - pregunta pasando la gasa, que aunque lo haga con pequeños toques, me escuece mucho.

- Ya te lo he dicho... haría demasiado de esto, es la Sheriff, y armaría un alboroto hasta encontrar a ese tipo.

- Y quizás sea lo mejor.

- Matt por favor... te he pedido ayuda porque no podía hacerlo sola, sino no te molestaría - respondo, tratando de no ser borde, porque lo cierto era que aún tenía miedo, estaba asustada por lo ocurrido. ¿Y Damon? Estaría... ¿muerto? ¿Volvería a por mí?

- Esta bien, esta bien - suspiro y me relajo un poco para no seguir cuestionando preguntas que quizás la puedan alterar - Supongo que ya esta limpia.. - digo mientras termino de pasar la gasa, la coloca sobre la mesa y corto otro pedazo, solo que estas vez busco la cinta adhesiva típica para las gasas - ¿te sigue doliendo?..

- Un poco, me arde un tantito - alza la mano para tocarse la herida pero la detengo en seco.

- No puedes tocarla Caroline, - le llamo la atención - si lo haces podría infectarse y entonces tendrías que parar en el hospital.. y se que no quieres eso..

- Me quedo quieta - pone los brazos a sus costados y suelta un suspiro, se ha relajado..

- Ahora la tapare - le explico, y pongo el pedazo de gasa sobre la herida para luego, a los bordes, pegarle la cinta - Bien.. - digo finalmente - herida curada...

La herida me escuece y me pica, pero no digo nada más para no parecer una quejica. Me recuesto en el sofá y Matt se queda sentado a un lado.

- Bueno... ¿qué tal Vicki? - pregunto por preguntar, por entablar conversación.

- Bueno, no la he visto desde ayer - dice haciendo una mueca, supongo que yo no soy la persona que espera para hablar de ese tema.

- Ah vaya... bueno no te preocupes, seguro estará con sus amigos, estará bien. Y bueno... - buscando nuevo tema - ¿qué tal llevas lo de Elena?

Su cara se pone un poco pálida.

- Oye Caroline yo creo que tendría que irme... - dice levantándose del sofá.

- No! Perdona, perdóname Matt, es que no sabía qué decir... - siento cómo mi voz suena a súplica - En realidad no quería quedarme sola, me siento... tengo miedo - confieso.

Su pregunta me toma por sorpresa y me hace sentir incomodo, mas que incomodo.. fuera de lugar. Me levanto para salir de el lugar y se disculpa, pidiéndome que no la deje sola..

- ¿Entonces que?... - pregunto en plan de "que haremos"..

- ¿Quieres comer chuches? - sonríe - tengo montones en la despensa. - al ver que no respondo agrega - ¿Que tal si los comemos mientras vemos una película?..

- ¿Y si tu mama llega? - me preocupo..

- No creo que llegue tan temprano, acostumbra a llegar mas tarde y lo cierto es que... no vamos a ser nada malo.

- Bueno... - me rasco la cabeza - esta bien..

Caroline va a la cocina y yo me siento de nuevo en el sofá. Enciendo el televisor y pongo el canal de dibujos animados que acostumbro ver..

Voy hasta la despensa y cojo unas chucherías, también una bolsa de palomitas que vierto en un bol.

- Han llegado los refuerzos - digo moviendo los paquetes - ¿Qué ves?

- Phineas y Ferb - dice levantando los hombros.

- Oh por supuesto, eso sí es un buen fil de culto - bromeo, Matt levanta una de las comisuras de los labios a modo de media sonrisa; yo me siento en el sofá a su lado - Va, te confesaré algo... - me arrimo a su oído y hablo bajito - cuando nadie me ve, reconozco... que miro todas las películas de dibujos Disney, están en un estante secreto en mi habitación. Pero es un secreto... si se lo dices a alguien te mataré - termino diciendo, ahora Matt si suelta una carcajada, ni siquiera sé por qué le he contado eso, quizás sólo necesite distraerme un rato.



- Sí son graciosos estos dibujos - digo riéndome mientras como palomitas, con la mala suerte que una de ellas se cuela en mi escote. Meto la mano para sacarla pero la muy maldita se ha escondido, hurgo un poco para sacarla.

Suena mi móvil y recibo un mensaje de Elena:

Recien leo tu mensaje, ¿ se han reunido ?, Si quieres voy a tu casa. Elena

Contesto rápidamente, no tengo ganas de hablar con nadie, nadie puede saber que he estado en el Grill.

Al final no fui, estoy con Matt viendo una peli... nos vemos mañana

- ¿Quién era? - pregunta Matt pasándome las palomitas.

- Ah, nada. Mi madre - disimulo y sigo mirando la televisión, justo cuando hacen algo muy gracioso y me río.

Matt me mira y suelta una carcajada, después trata de disimular una sonrisa.

- ¿Tengo monos en la cara? - pregunto riéndome.

- No... pero tienes palomitas entre los dientes - dice tratando de no reír.

Me levanto y voy al espejo tapándome la boca, entonces sonrío y veo que tiene razón. Me ruborizo y me la quito con el dedo rápidamente.

- Hasta la Reina Isabel de Inglaterra tuvo algún momento de bajeza - digo tratando de no reírme tampoco.

- Eso si que no lo cuestiono - sonrío - todos somos iguales....

- Pero hay que mantener las apariencias... - se vuelve a sentar a mi lado..

Y aunque lo que dice no me parece del todo correcto me hago el que le parece correcto..

- Entonces ¿vamos a ver una película?...

- Estoo... - mira a su alrededor - es que..

- ¿Que pasa?.. puedo irme si quieres..

- No no - se apresura a decir - el dvd esta en mi habitación ¿quieres subir?..

- No hay problema - hago una mueca - vamos a ver películas...

- Está bien, entonces subamos - le digo tomando lo que quedan de las palomitas y apagando esta tele.

Subo hacia mi cuarto, y Matt me sigue detrás. Entramos y cierro la puerta por si viene mi madre.

- Veamos... - digo revolviendo en mi estantería.

- Por favor, nada de Disney, ni tampoco algo demasiado empalagoso - dice recostándose en mi cama.

- Está bien - digo riéndome - A ver... algo más de acción no? Mmmm.... pronto saldrá en el cine la quinta parte de Destino Final... podríamos ver la cuarta para recordar.

- ¿Esta donde un grupo de amigos van muriendo en cadena? Bueno... es mejor que bambi - dice sonriendo.

Cojo el disco y lo introduzco en el dvd, después vuelvo hacia mi cama y me siento en ella. Aprovecho para lanzarle un cojín a la cara, en mala hora se me había escapado lo de mi colección Disney.



- Había dicho que era un secreto.. - le digo reprendiéndolo.

- Está bien está bien, no me meteré más - dice disimulando una sonrisa.

- Me vendrá bien distraerme un rato - digo tumbándome y acomodándome en la cama.

- Sí.. a mi también - se pone serio, pensando en... quién sabe en qué pensaría.

Y si que era mejor esta aquí que en casa.. para solo dedicar el tiempo mirar a través de la ventana por horas esperando la llegada de Vicki, la que ni siquiera ha respondido el mensaje que le he enviado antes de llegar a casa de Caroline. ¿ Debería preocuparme o simplemente acostumbrarme a la idea de su falta?..

¿O es que de verdad lo estaba haciendo mal? ¿Era un mal hermano? ¿Un mal líder? ¿Que quería Vicki de mi, para poder llevar las cosas bien? ¿No es ella capaz de entender lo importante que es su bienestar para mi?..

- Oye Matt... - escucho una voz lejana - La peli comenzo ya ¿vale?..

- Oh si, lo siento - me llevo una mano a la cara para estrujarme los ojos, suelto un suspiro..

- ¿Te encuentras bien?..

- Estoy bien - miento un poquito - venga... a ver la película.

Apoyo un brazo en la cama para apoyar de él mi cabeza. Me pongo de medio lado para poder mirar mejor la película...

Matt parece bastante distraído, como si algo le preocupara, pero no me atrevo a preguntarle qué ocurre, simplemente porque dudaba que fuese a contármelo. Como si él confiase en mí...

Centro mi atención en la película, la cual me da bastantes sustos, y a ratos me revuelve el estómago. Se mueren casi todos y de formas muy sangrientas. Pero poco a poco mi vista se distrae, debe ser el calmante que me había tomado, que por suerte alivió el dolor del mordisco, pero como efecto secundario me estaba dando sueño. Siento cómo mis ojos se van cerrando de a poco, y tal como me doy cuenta me sobresalto y me aferro a mi cuello.

- ¿Estás bien? - pregunta Matt mirando mi mano sujeta a mi garganta.

- Si, eso creo... se me pasará - digo poco convencida - Mejor será que siga mirando la película - le digo tratando de sonreír.

Vuelvo la vista hacia la pantalla, pero el calmante es muy fuerte, no me está ayudando nada a mantenerme despierta. Me acomodo un poco mejor en la cama, y luchando contra mi voluntad, siento cómo mis párpados se cierran y caigo en sueño.

Su sobresalto también me hace sobresaltar... dice que todo esta bien pero el sueño cada vez mas la consume.

Se acurruca en ella misma y minutos después la observo y sus ojos están cerrados por completos, ha caído en un sueño profundo.

Me levanto y retiro los restos de chuches que han quedado y los coloco en una mesa que tiene en su habitación. Saco la manta debajo de su cuerpo con cuidado para que no se de cuenta. La extiendo sobre ella y la cubro bien, ya a esta hora, aunque estemos en verano, igual hace un tanto de frío..

Me siento en una silla de su peinadora a esperar que la peli se acabe. Entonces miro el reloj y creo que ya es hora de irme..

Abro los ojos poco a poco, y me doy cuenta que me he quedado dormida. Me incorporo sobresaltada en la cama al ver que estoy sola, y veo a Matt en la silla de la peinadora. Al moverme él también despierta, parecía haberse dormido durante un momento.

- Creí que te habías ido - digo asustada.

- Y debo hacerlo, es muy tarde - dice mirando el reloj.

Miro el de mi mesita y tiene razón, ya es madrugada.

- Lo siento, pudiste haberme despertado - me levanto de la cama, me miro al espejo por un instante. Uff... qué pelos que traía.

Matt también se levanta y ambos bajamos a la entrada.

- Gracias por acompañarme hoy - le digo con sonrisa sincera.

- No hay de qué - abrimos la puerta y Matt se coloca en la entrada - Esto, por cierto... ¿has sabido algo más de Elena?

Siempre ella. Cómo sino. Hiciera lo que hiciese, siempre tenía que estar en medio. Era mi amiga y la quería pero... alguna vez, aunque sólo fuera un día, me gustaría que me eligiesen a mí, y no a ella.

- Pues no lo sé, supongo que estará con Stefan - respondo un poco brusca - Hasta mañana.

Y sin más cierro la puerta. Estoy cansada de eso, cansada de no ser lo suficientemente buena para nadie, que sólo busquen en mí un poco de compañía fácil, o que me busquen por ser "amiga de". Entonces siento cómo tratan de abrir la puerta, me giro asustada y siento ganas de correr hacia mi habitación, pero no lo hago, me quedo inmóvil, quieta, parada en el piso.

- Hola cariño, ¿qué haces despierta? - mamá entra, y por primera vez en mi vida me alegro que esté en casa.

- Esto.. me dormí con una película - doy media vuelta para subir a mi cuarto, tratando de disimular la venda en el cuello.

- Espera.. ¿qué te pasado ahí? - demasiado tarde, se adelanta y me toma por un brazo.

- Nada, me lastimé... ¿cómo llegas tan tarde? - trato de desviar su atención.

- Tenemos mucho trabajo estos días, pero eso no importa Caroline. Enséñame esa herida - y está demasiado seria, no entiendo por qué, como si... aún se asustase más que yo.

- Ya mamá déjame en paz - aparto su mano con la mía, pero en un acto de rapidez tira de la venda y la retira. Yo suelto un grito de dolor y llevo la mano a mi cuello.

- ¡Caroline! - dice con voz entrecortada acercándose a mí, retirando mi mano - Esto es.. esto... - no sé qué dice, no puede imaginarse nada, ¿ella qué sabría?
- Dime quién te ha hecho esto.

- No sé mamá.. alguien me atacó en la calle - trato de evadirme pero ella me sigue, y no sé si es mejor, contárselo o no, tengo demasiado miedo.

- Tienes que recordar quien, tú sí puedes. Dime quién te ha hecho esto.

Dudo unos instantes, pero tengo que sacarlo, tengo que liberar este miedo. No puedo hacer como si nada, no sé qué ha ocurrido ni por qué, pero él, me había mordido, y había visto... colmillos.

- Damon Salvatore - respondo con voz llorosa.

Mi madre me hace unas preguntas, que no relaciono demasiado bien. Me pregunta quién es, cuando ha llegado a Mystic Falls, su familia, todo. Instantes después se mueve a la habitación de al lado y hace unas cuantas llamadas, sin dejarme escuchar.

- ¿Qué pasa mamá? - pregunto al verla moverse de ese modo tan extraño.

- Nada cielo, nada. Pero tranquila, nos encargaremos de él.

- Oh mamá, yo, no sé... fue algo raro, quizás estaba borracho, o algo, nose... - trato de excusarme, no sé si haya sido lo mejor acusar a Damon.

- Está bien cariño, todo está bien. Caroline.. - y cambia el tono de voz, como cuando me pide algo - No salgas de casa hasta que te diga, ¿vale? Y sobre todo, no invites a Damon a casa.

- Bueno, no pienso quedarme aquí varios días encerradas si piensas... - comienzo a replicar, pero ahora no es el momento - Está bien.

Subo escaleras arriba a mi cuarto, mi madre sé que viene detrás, y va hacia su habitación. Veo la pulsera que me ha regalado en la mesita, en realidad es bonita... me la pruebo en la muñeca izquierda. Si, era linda... supongo que no pasaría nada por dejarla puesta. Me acosté en la cama y apagué la luz, hoy había tenido demasiadas emociones ya...

Llevo un par de horas rondando por la zona pero Caroline no es capaz de asomar la cabeza por el porche, y puesto que no he sido invitado pues no puedo entrar.....
Tras un largo rato de espera la paciencia termina por agotarse... ciertamente es que tampoco tengo mucha, así que decido acercarme un poco mas, pongo un pie en el porche y camino en dirección a la puerta..

Paso por una ventana y me detengo en seco, mirando a través de ella. Observo a la Sherrif y a Caroline sentadas en el comedor, conversando... me hago a un lado para que no sientan la presencia de alguien, así que agudizo mis oídos para escucharlo todo...

- ¡No pienso quedarme en casa todo el día! - replica la rubia en modo de queja. - ¡Por Dios! si es fin de semana...

- Caroline - suspira - tienes que hacerme caso, no es seguro que andes por el pueblo.. te dije ya que no era seguro.

- ¡Pero si ya me ha mordido! - se le quiebra la voz - ¿porque lo haría de nuevo?..

- Los vampiros nunca se cansan de hacerlo.. mucho menos viniendo de Damon. Ya te dije, te quedas en casa, yo debo ir a informarles a los demás miembros del consejo..

Entonces mis músculos se tensan de inmediato y mi mente por unos segundos se queda en blanco..

Me recobro en cuanto pueda y vuelvo en dirección al bosque.

Por supuesto que algo haría al respecto... no podría quedarme de brazos cruzados... a la rubia se le había ido la lengua, y aunque no fuese ahora, tarde o temprano pagaría por ello.

CONTINUA EN ZONA RESIDENCIAL

LLEGANDO DE ALREDEDORES DE MYSTIC FALLS

Voy corriendo por el bosque hasta que a lo lejos veo la casa de Caroline. Ando a paso normal, humano hasta el porche. Agudizo mis oídos..

- Bueno, me voy cariño.. No salgas de casa, ¿vale?

- Vale mamá....

Me escondo y espero que salga la Sheriff de la casa, no quiero que me vea. Espero a que se suba al coche y se aleje para volver al porche y toco el timbre. Escucho unos pasos, el ruido se para en frente de la puerta.. Silencio, de seguro que está mirando a través del agujero.. Va corriendo escaleras arriba, o eso creo, y vuelve a bajar a abrirme la puerta.

- ¡Hola Caroline!

- Oh Elena, me alegro de verte.. - no parecía muy convencida. Me fijo en su garganta, tiene un fular puesto y ole un poco a sangre..

- Vine a visitarte, hace rato que no hablamos..

- Si..

- ¿Y ese fular? Tienes frio..

- Eeeemmm - duda - si.. Me cogió el frio el otro día y ahora me dolía un poco la garganta..

- Aahhh.. y.. ¿puedo pasa? - digo con una de mis mejores sonrisas, tenía que parecer lo más natural posible, lo más Elena posible.. ¿Me dejaría entrar?

Pierdo el hilo de lo que Elena está diciendo, justo porque entonces siento el móvil vibrar en la mesa de la entrada.

- Espera... - le digo más que por el móvil, por distraerla, no me gustaba que preguntase por el fular, nadie podría saber nada...

Vuelvo hacia donde está Elena mirando el móvil sin entender muy bien, precisamente porque en la llamada entrante marcaba "Elena".

- ¿Tienes el móvil contigo? - pregunto mirándola.

- Emm no, ¿por?

- Igual es tu tía Jenna, me está llamando de tu móvil - respondo señalando, veo que va a decir algo más pero antes que siga, le doy al botón verde.

- ¿Diga? ¿Jenna?

- ¿Caroline? Soy yo, Elena.

- ¿Cómo Elena? - pero sí, era su voz, a qué jugaba? - me giro hacia donde estaba Elena en la puerta, pero, ya no estaba - ¿Se puede saber qué haces, dónde te has metido? No estoy para bromas.

- Estoy con Bonnie en su casa... pensamos en llamarte.

- A ver no sé de que rollo vas ahora... pero hace dos segundos estabas en mi puerta, así que vuelve aquí ahora, no tiene gracia.

- Caroline yo no... no me he movido de aquí en dos horas - me dice seria.

Entonces escucho la voz de Bonnie murmurar por atrás.

- ¿Bueno alguien dice qué está pasando? - no entiendo nada, y la verdad me están cansando ya.

- Te llamo luego - y tras eso cuelga.

¿Qué diablos hacían? ¿Me estaban vacilando? Salgo hasta el porche, pero ninguna de las dos está allí. Sigo sin entender, pero no estoy de humor, bastante tengo con estar encerrada, así que vuelvo de nuevo dentro y cierro con llave.

Me siento en el sofá con la tv, sigo esperando aún una disculpa o explicación por parte de Bonnie o Elena, pero ninguna me había dicho nada. Y peor aún, no estaban poniendo ninguna película. Cambio de un canal a otro sin encontrar uno que me guste, me siento encerrada y demasiado aburrida sin poder salir de casa. Me levanto y busco mi móvil, abro la agenda y pienso en buscar por "M", pero rechazo la idea. Dejo el móvil donde estaba y vuelvo a sentarme.

¿No tendría nada de malo si llamase a Matt, no? Es decir, nos conocemos de hace años, aunque nunca fuimos íntimos, pero lo cierto es que su relación con Elena frenaba a cualquier otra. Pero ahora... bueno, Matt era bastante guapo, pero no lo buscaba por eso.. creo. Solamente un poco de compañía. ¿Tan raro se vería?

Vuelvo a por el móvil y marco su número antes de que me arrepienta.

- ¿Matt? - pregunto con una sonrisa cuando descuelga.

- Eh, hola Caroline - lo noto un poco extraño, no se esperaría mi llamada.

- Hola - y me río de manera tonta, no sé por qué - Quería agradecerte lo de ayer, y bueno... mi madre me ha obligado a quedarme en casa y estoy aburriiida como una ostra, me preguntaba si querrías pasarte, podríamos ver una película o hacer algo.

- Esto, bueno.. - su voz es distraída, nerviosa - No sé Caroline, estoy un poco ocupado..

- Bueno, puedo esperarte si quieres, no tengo nada que hacer en toda la tarde.

- Verás... ayer estuvo bien, pero tú y yo no hemos sido nunca muy amigos, no sé, es un poco raro que vaya tanto a tu casa - y su voz se ve sincera, pero no por eso hiere menos; sus palabras me caen como un jarro de agua fría.

- Entiendo - seguramente si Elena le pidiese verlo todos los días, no tendría problema - Una estúpida y superficial Caroline es demasiado mala compañía para cualquiera, que te vaya bien.

Y cuelgo sin más. Sería mejor que no hubiese llamado... las lágrimas vienen a mis ojos, una y otra vez, casi a diario, el mundo me demostraba que no estaba hecha para él, que hiciera lo que hiciese, nadie nunca querría estar conmigo.

Miro a través del retrovisor y observo como me siguen....

- Así me gusta - digo para mi - me gusta que hagas todo lo que digo..... eres genial Damon - me miro en el espejo retrovisor - eres genial..

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Aparco el coche un poco mas adelante de la casa de la rubia sin cerebro. Observo como Helen aparca el suyo justo frente a la casa de la chica y no paro de carcajearme por la mueca que hace al bajarse del coche..

- Lo se - digo cerrando la puerta - es jodido que tengas que hacerle algo así a tu mejor amiga y a quien la trajo al mundo..

Conduzco detrás de Damon, a través de las calles de Mystic Falls. Pero es cuando se para al lado de la casa de Caroline cuando mi corazón empieza a latir con fuerza. Esto no puede estar pasando.

- Lo se - Damon baja del coche y viene a nuestro encuentro - es jodido que tengas que hacerle algo así a tu mejor amiga y a quien la trajo al mundo..

- No puedo hacer esto Damon, es mi amiga - le digo aterrada, Mike baja y se coloca a mi lado.

- Ahhhh qué pena... creía que tu madre te importaba más.. - se da la vuelta y empieza a caminar despacio hacia su coche.

Siento como se me oprime el pecho y tengo ganas de llorar. Lo odio con todas mis fuerzas, pero no puedo hacer otra cosa, no mientras tenga a mi madre.

- Está bien, qué tengo que hacer - digo con la cabeza gacha, Damon se para en seco y vuelve sonriente donde estamos.

- No lo hagas - Mike me toma de la mano y hace que lo mire.

- No puedo negarme, nadie salvará a mi madre entonces - le digo ahogando el llanto y evitando que caigan las lágrimas.

- Vamos a ver - Damon se acerca y me toma por los hombros, apartando a Mike a un lado - Debes hacer que Caroline olvide todo lo que sepa de vampiros, nunca la he mordido ni nadie lo hizo, su vida sigue como siempre.

- Espera... ¿la has mordido? - aparto sus brazos enfadada.

- Oh vamos no empieces, también te mordí a ti y no ha pasado nada - confiesa tan tranquilo.

- ¿Que tú hiciste qué? - Mike da dos pasos hacia él y lo empuja con fuerza, yo lo tomo de un brazo impidiendo que le pegue.

- Estás empezando a cansarme niñito - Damon se coloca la cazadora y se acerca a Mike, quedando frente a frente con gesto furioso. Me meto en medio y los aparto, ahora no es el momento, además que cualquiera podría vernos.

- Déjalo Mike, no ahora. Pero ten por seguro que me las pagarás Damon - y lo haría, en cuanto mi familia estuviese a salvo; había mordido a Caroline, me había mordido a mí, tenía que pararlo como fuera - Espérame aquí - le indico a Mike, no quería que me viese hacer algo tan bajo, nadie debía saberlo.

Me doy la vuelta y camino hacia la casa de Caroline.

- Espera, eso no es todo - Damon vuelve y habla bajo, indicándome que además debo borrarle recuerdos a la Sheriff Forbes, pero no todos, sus indicaciones son que olvide lo sucedido con Caroline, y que nunca ha sospechado de Damon.

No entiendo por qué con la Sheriff no me pide que le haga olvidar todo acerca de los vampiros, ¿sería que tendría algún plan con ella? Igual, ahora mismo no importaba, bastante tenía con manipular a mi mejor amiga, y a una agente de la autoridad...

Camino hacia la casa de Caroline, no tengo más elección y cuanto antes lo haga mejor. Llamo al timbre y espero a que me abran